lunes, 19 de abril de 2010

Hace bastantes días que dejé de escribir, sinfinidad de historias y, a pesar de todo, me encuentro varada justo en el mismo lugar. Amigos cercanos definen mi situación cual enfermedad crónica, se refieren a ella como una condición y sinceramente dudo bastante que haya una cura. No es que haya perdido la esperanza, si es que alguna vez existió, la verdad es que normalmente dedicaría este espacio a poner los puntos sobre las íes, pero tal medida ya no es practicable pues de tanto remarcarlos, esos puntos ahora son perforaciones que no dan resultado. ¿Por qué? respuesta simple: porque no quiero; porque mi barco encalló en un lugar confiable, seguro, que no exige el mínimo esfuerzo para sobrevivir, proporciona una vida tranquila, sin preocupaciones y, en cierto punto, vacía, mediocre, cobarde.

Visualiza el tablero de tu carro, no le haz dado servicio en algún tiempo considerable; en un inicio una luz roja que se encendía en el tablero del carro, indicaba, por decir algo, un cambio de filtro del aceite, pero por ignorar la situación ese cambio de aceite se convierte, en un parpadear, en una descompostura irreparable o en todo caso tan costosa que sale más barato vender como chatarra o fierro viejo el vehículo y comprar otro a repararlo. El problema es que, cuando hablamos de que el foquito rojo se prende no en el tablero de tu carro sino en tu mente respecto a tu vida, la situación resulta más complicada, pues no es como que puedas vender tu vida y comprar otra; puedes intentar empezar de cero, pero siempre se queda en eso, en un intento, porque al final no puedes borrar 21 años de existencia, de determinada forma de actuar y proceder para ser alguien totalmente distinto, cambiar tu esencia no consiste en comprar otro perfume, es algo más, involucra un cambio mental, de actitud, de perspectiva. Aún así considero que no es adecuado echar toda una vida por la borda, después de todo, no todo es basura, siempre hay algo rescatable, el problema es eso, decidir qué conservar, y a decir verdad, tomar decisiones no se me dificulta, lo que no me es fácil es, como se podrán haber dado cuenta mis amigos más cercanos y quienes han leído el blog, es ejecutarlas.

La verdad es que ya estoy cansada del "hoy voy a cambiar", porque, enfrentémoslo, es una vil y vulgar mentira. En vez de hacer ese tipo de declaraciones, lo que debemos hacer es tomar cartas en el asunto, actuar en lugar de hablar, como dice la vox populi: una acción vale más que mil palabras y ciertamente yo he vertido más de cien mil veces, mil palabras y ninguna o casi ninguna acción, lo que me quita cierta credibilidad; en parte por eso había dejado de escribir, porque me resultaba penosa mi situación.. o como dirían mis amigos mi "condición". Y, la verdad es que, aún cuando en un inicio me molestaba, creo que sólo era debido a que tienen razón; tengo un mal crónico, una especie de tumor, el miedo al cambio, en cierto punto hasta a vivir, y de no ser extirpado, corro con el riesgo de eso: de vivir mucho pero al mismo tiempo poco; lo cual nos conduce a mi segundo dilema o condición: ¿qué es vivir? o mejor aún ¿cuál es la forma correcta de hacerlo?

Siempre fui una persona de ideales, de moral, de hacer lo correcto, de dar todo para mejorar el mundo, aún sabiendo que probablemente al mundo no le importaba. Y creo que, después de tanto tiempo, fue la indiferencia del mundo la que me hizo pensar que probablemente yo estaba mal, esa sensación de que en el mundo no hay lugar para personas como yo tuvo su clímax hace algunas semanas, en las que fui seleccionada por una "amiga" como la persona más ingenua que conoces.. el punto es que en este mundo ser bueno o intentar serlo es sinónimo de pendejez, de falta de materia gris, porque en un país donde el que no tranza no avanza, los pocos que no tranzamos pues somos vistos como un defecto, un error en el sistema, algo digno de censura o burla, y sinceramente, si bien, desde antes de ver su comentario tenía esa sensación fue él comentario el que me hizo darme cuenta de cómo me sentía..porque después de leer a Tucídides, Kautilya, Ibn Jardún, San Agustín, Maquiavelo, etc.. pues el mundo "real" donde el interés manda y la buena voluntad es ingenuidad resultó too much more depressing para mi; pero continué leyendo y fue gracias a Hugo Grocio, quien mostró algo de coherencia en mi forma de ser pues me habían dicho hasta "no ser humano", que mi crisis de identidad llegó a su fin.. aún debo de cabilar al respecto, pues entre tantas cosas en mi mente no he podido zancar la situación pero ya estoy hilando una resolución a esa cuestión, lo cual es bastante tranquilizador.

Regresando a la cuestión amorosa, la cual es aún inexistente en mi vida, considero que las siguientes declaraciones son pertinentes: estoy dispuesta (hasta no hacerlo, las palabras son en vano, lo sé pero aún así lo escribiré) a nuevas experiencias, (sinceramente mi visión del mundo ha madurado, la burbuja en la que vivía pues ya reventó y estoy en la etapa de ajuste, en la que a veces preferiría ir corriendo por otra pompa de jabón, pero tengo la firme creencia de que la realidad supera mil veces la ficción en la que hasta hace poco había vivido, así que en la medida de mis posibilidades abrazaré dicha realdiad), y a pesar de que sé que en este SICK SAD WORLD que casualmente habitamos la mayoría de las personas no se detendrían a pensar en sus acciones y sus consecuencias, yo creo en que tarde o temprano el KARMA te alcanza.. y aun cuando decidí no dejjar de vivir por miedo al karma.. la situación de involucrarme con hombres que tienen una relación aún no está en disputa.. la respuesta es no.. a pesar de que se que probablemnente la mayoría de las personas no se detendrían por esta situación y que sii no es conmigo lo harán con otras, pero (des)afortunadamente (aún no decido si es bueno o no) tengo conciencia y no hago lo que no me gustaría que me hicieran.. cuando un tipo me preguntó el por qué de mi rechazo y mencioné a su novia como razón, su respuesta fue ¿y? todos los hombres somos así.. a lo cual contesté.. por eso no tengo novio.. y el respondió con una risa, a mi gusto, burlona.. creo que su risa burlona tiene razón.. sé que esa no es la razón de mi estado civil.. pero me dejó bastante en qué pensar.. en fin.. quisiera seguir escribiendo.. pero mi tarea aún no iniciada me asfixia.. así que en otro momento continuaré con mis divagaciones.. un beso!